sábado, 31 de marzo de 2012

Oxidada

Llevaba tanto tiempo sin pasar por aquí, que tuve problemas para recordar mi contraseña de google, pero lo conseguí. Hasta escribo más despacio que antes, creo. Pero he vuelto.
Supongo que no me queda otra que acostumbrarme a dejar las cosas por un tiempo, que es algo que tengo que asumir. Son como pequeñas burbujas de tiempo en mi vida, y no creo que vayan a desaparecer. Que se le va a hacer, si es lo que hay, es lo que hay.
En estas semanas he descubierto lo que es la tranquilidad, vamos, es que ni recordaba como era. Y he leido mucho. Nada destacable, a decir verdad. Tambien he descubierto que la que antes era mi revista favorita, ya no me gusta nada, pero nada , nada , nada. La cogí hace unos dias, para descubrir , horrorizada, que ahora anuncia cosméticos que me parecen imposibles, estrafalarios, de precio escandaloso o calidad dudosa, cuando no confluyen ambas cosas. Anuncian ropa que en mi opinión, ninguna persona en su sano juicio se pondría. Anuncian, anuncian, anuncian... y ya ni siquiera traen una miserable muestra de cremita hidratante, bueno, la version de bolsillo es lo que tiene. Dedican tres páginas a contar quienes son el estupendisimo equipo que hace la revista. En cuanto a lo que se puede leer, pues bueno... de repente, no encuentro interesante la seccion de trucos para quitarle el novio a tu prima, además.. ¿ quien no sabía ya esos trucos?. "Ay-pensé- lo que pasa es que soy demasiado mayor para leer esto". Pero yo, el bicho rarisimo de siempre, no me veo capaz de pasar a leer la gran T, para que me cuenten las bondades de tener muchos hijos y compaginarlos con un trabajo estiloso, mientras te mantienes en forma para poder seguir llevando una falda de tubo, que combine con esas rebequitas trasnochadas a juego con un inutil sueter de manga cortita.. ¿ No hay termino medio?. A ver, quiero una publicación que me cuente como compaginar familia, trabajo, y mi mundo aparte. Pero es que no hay. Al menos, que me digan que hacer para que me de tiempo a hacer la compra , lavar ropa, planchar y hacer la cena en un par de horas, y por cena, no entiendo quiches que hay que amasar con las propias manos y cocinar en hornos que se precalientan durante veinte minutos. Que lo leo y pienso que esas sufridoras de falda de tubo tienen todas una asistenta que cobra en negro y gana una miseria. Y que en realidad, en su casa, ellas están con chandal y cola de caballo hechas unas guarras, como casi todas. Ciencia ficcion, pero sin nada de ciencia.

2 comentarios:

  1. Te echaba de menos! Un beso. elcarlosmartinez

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  2. Me alegra leerte de nuevo.

    Besos Salamandrina.

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