martes, 3 de enero de 2012

La tierra de los sueños. Costumbres ancestrales.

Nadia miró embelesada al que de un momento a otro iba a convertirse en su esposo.
Estaba feliz, pero muy nerviosa por lo que sabia iba a venir a continuacion.
Victor le habia explicado todo con detalle. Se trataba de una costumbre que existia hace siglos alli, en la tierra de los sueños. Lo que ocurria era que mucha gente habia olvidado esa tradicion. Pero en su familia, se respetaban todas las tradiciones ,y asi debia seguir siendo. Ella habia aceptado, una vez le aseguró que la ceremonia no se llevaba a cabo delante de todos los invitados, sino que tenia lugar en una sala aparte, con la presencia de dos testigos y el juez, que posteriormente hacia constar en el acta que los votos, ademas de pronunciarse, se habian ratificado según las costumbres antiguas.
..Por el poder que me otorga la ley, os declaro marido y mujer.
Los aplausos de los invitados duraron unos minutos. Pero se interrumpieron. Todos sabian que faltaba algo.Finalmente el juez habló
-Tengo entendido que la ceremonia se va a realizar según las practicas ancestrales
Ambos asintieron.
-Debo preguntar, Nadia, si accedes a esto voluntariamente.
-Así es.
-Bien. ¿quien será el testigo del novio?
Se adelantó Marcos, un amigo de Victor.Ella le habia pedido que nadie de su familia estuviese presente.
El testgo de la novia, a falta de familiares, todos en el extranjero, iba a ser Sonia, su mejor amiga. Que, al parecer, consideraba todo el asunto "muy romantico".
La sala a la que pasaron, era una habitacion de unos diez metros cuadrados, en la que habia un divan, una silla, y una mesa.El juez les pregunto si necesitaban algun instrumento.
-No será necesario, sr Juez. Como esposo, debo estar siempre preparado para mantener la disciplina en mi hogar . No necesitare nada adicional.
-Pueden proceder.
Victor se sento en la silla. La cogió suavemente de la muñeca, y la acerco a el.
-En lo sucesivo, deberas obedecerme y respetarme. Yo prometo tratarte siempre con la consideracion y el respeto que , como mi esposa, mereces. Pero tambien prometo ayudarte a ser una mujer educada ,cumplidora e las leyes y los compromisos que debas cumplir. Y para demostrarte que hablo en serio, ahora voy a azotarte, de forma simbolica, para que sepas lo que puede suceder si tu comportamiento no es adecuado.
Nadia sintio un ramalazo de vergüenza al verse acostada en sus rodillas, y sentir que le alzaba el vestido delante del juez y de los dos testigos. No duro mucho. Enseguida, Victor alzo la mano y la dejo caer.
No eran los primeros azotes que le daba, desde luego. Lo encontro perfectamente soportable, en principio. Fiel a su promesa, la ropa interior se mantuvo en su sitio. Y así, durante una veintena de azotes.
-De pie
La ayudo a levantarse, pero le dijo que mantuviese el vestido alzado.
-No debe darte vergüenza tu desnudez, sino tus acciones. Los azotes con la mano serán algo cotidiano en nuestra vida, será raro el dia que no recibas alguno. Pero habrá faltas que requieran un castigo mayor, y entonces no bastara la mano. Ahora, apoyate en la mesa.
Nadia sabia como iba a sr la ceremonia, Victor se lo habia contado, Pero no pudo evitar estremecerse al ver como se quitaba el cinturon. Obediente, se apoyo en la mesa, con la larga falda del vestido subida.
-Marcos, abre la puerta. Quiero que se oiga desde fuera.
Y asi fue. Todos los invitados guardaron silencio, mientras se escuchaba el sonido de cinturon procedente de la sala de al lado, y los gemidos de Nadia, que ya no encontraba tan soportables los azotes.
-¿Estas de acuerdo en obedecerme siempre, y en ser castigada de este modo si no lo haces?
-Si
Victor alzo el brazo, y dejo caer un azote mucho mas fuerte que los anteriores.
-¿Estas de acuerdo en que regularmente nos sentemos a hablar y analicemos tu comportamiento para evaluar si debes ser castigada?
De nuevo, ella asintio, y de nuevo recibio otro fuerte golpe. Victor tomo impulso, y la correa cruzo sus nalgas con fuerza.
Tres o cuatro preguntas mas, y la ceremonia hubo terminado. El juez les felicito a ambos por mantener las antiguas tradiciones.Victor abrazo a su nueva esposa.
-Has sido muy valiente.
Los invitados los recibieron con aplausos,y ella no pudo evitar ruborizarse. Despues, Victor le susurro al oido.
-Debo decirte,querida esposa, que esta ha sido la primera y ultima vez que recibes los azotes sobre la ropa. No es mi estilo, ya lo sabes.

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