domingo, 30 de octubre de 2011

Pereza

Las cuatro de la tarde, y todo sin hacer...
Menos mal que no llega hasta las seis.Con todo y con eso, ya me puedo dar prisa, que esta semana me toca a mi tener la casa recogida. Pero es que estoy tan ocupada bajandome pelis, ahora que ya aprendi a hacerlo, que se me echa el tiempo encima.Pero no pasa nada, porque la cama ya la he estirado de forma que parece que está hecha.Comí algo de fruta, y asi no hay que recoger la cocina, y total, lo de tender la ropa y recoger la anterior, en el descanso de la novela ya...Jolines, que sueño me está entrando.
Me despierta el ruido de la puerta. No puede ser.. mierda. Me quede frita. Y aquí está. Me levanto del sofá y voy a darle un beso.
-Hola cariño. ¿ Has comido?
-Si. ¿ Y tu?
-si, ya hace rato. Me quede un poco traspuesta. ¿ Que tal si voy a hacer un café?
Corro a hacer café, pero me aseguro de cerrar bien la terraza y correr las cortinas, para que no vea la ropa sin recoger y el cesto de ropa humeda preparado.
Pero no contaba con lo observador que es. Me llama a gritos desde el dormitorio.
Entro, y está mirando la cama
-¿ que es esto?
-Una cama , cariño. No entiendo que.. ¡AY!
Me froto el trasero. No me esperaba el primer azote tan pronto, y ha picado.
-Sin guasas, cielo.¿ Crees que esta cama está bien hecha?
-A lo mejor un poco arrugada. Pero no te enfades, la estiro un poco ahora mismo.
.No la estiras, la haces correctamente. Pero primero, dame tu zapatilla.
Y hago la cama con el al lado, y cada vez que me inclino para estirar o remeter una sabana, me cae un zapatillazo, y al final son unos cuantos. Pero no he salido demasiado mal librada, pienso, mientras me devuelve la zapatilla y me seca una lagrimita que me cae por la cara.
-Si es que no aprendes...Anda, vamos a tomarnos ese café.
En la cocina, pienso que es mejor llevarnos el café al salón, y así evitare el riesgo de que se asome a la terraza.
-No, cielo. Para un momento, lo tomamos aquí, y asi es mas facil recoger. ¿ Por que quieres irte al salon?
-Es que estas sillas son mas duras.
-Mejor. Asi te duran mas los efectos de esa pequeña leccion.
Me siento, y me tomo el café, pero debe notarme nerviosa. Y le noto que empieza a olfatear alrededor como un perro de presa. Mirando la cocina a ver si encuentra algo.
-Estoy pensando que será lo que no quieres que vea-
Diossss... Me va a pillar. ¿seria mejor confesar?. Ni de coña, que con suerte no se entera.
Pero me meto en la trampa yo sola, y por un olvido. Voy a meter las tazas del café en el lavavajillas, y esta lleno, con los platos de la cena de anoche y las tazas del desayuno. Por suerte , si que lo lavé.
-Vaya, vaya...¿otra vez dedicando el dia a vaguear?
-Lo olvidé..Lo saco en seguida, de verdad.
-Espera, ven aqui un segundo. Que voy a recodarte las consecuencias de hacer el vago.
Me coge por la muñeca y me lleva a la silla. Cuando al fin me deja ponerme de pie, trato de bajarme la camisa amplia que uso para estar en casa y subirme las bragas, pero me lo impide.
_Te quedas así, que no he terminado.
Me remete el borde de la camisa por encima del cuello, para que no se baje. Y me señala el lavavajillas.Mientras lo vuelvo a abrir para empezar a sacar las cosas, veo como coge una espumadera de madera.
-No...Por favor, con eso no.. no lo volveré a hacer
_empieza.
Saco las cosas lo mas rápido que puedo, mientras él, a mi espalda, me da un azote con la espumadera cada vez que puede, o sea, muchas, muchisimas.Después me coge de la mano y me pone en el rincón, precisamente junto a la puerta de la terraza. Trato de moverme antes de que venga a buscarme, porque ahora, tengo panico de que vea lo que no tiene que ver, pero me gano otro par de azotes.Y al final, le veo descorrer la cortina y mirar, con el ceño fruncido.
-Ya veo. ¿hay alguna sorpresa mas?
-No.Dejame, ya lo tiendo.
Me baja la camisa, de un tirón, pero no me deja subirme las bragas. Asi tengo que salir a la terraza, menos mal que al camisa me llega a las rodillas. Le veo que está contando las prendas,tanto las que quito como las que tiendo, y me echo a temblar, porque se por que lo hace, y hay un monton de calcetines y prendas pequeñas, ojala hubiesen sido sabanas. Al menos, me ayuda, le veo como dobla la ropa y la coloca sobre la mesa de la cocina.
Al acabar, me dice que la llevemos a su sitio. Una vez en el dormitorio, deja lo que el lleva sobre la cama y, mientras abro cajones y armarios, y guardo cosas,veo como se quita el cinturón y lo dobla por la mitad.
-No...mas no, por favor..
-¿que te tengo dicho sobre la pereza,cielo?
-que es un vicio a erradicar, impropio de una persona adulta y responsable-recito el discurso de tiron, ya me lo se de memoria
-sigue guardando eso.
Empiezo a ir lo mas lenta posible,mientras le veo colocar la almohada sobre la cama.Quiero retrasar lo inevitable, pero se ve que se cansa. De repente, el cinto me cruza las nalgas,sobre la camisa.Grito, y el me quita el resto de la ropa y la deja sobre una silla.
-A tu sitio, so vaga. ¿ no querias pasar el dia tumbada a la bartola?
_perdoname....
-Despues. Ahora, te vas a tumbar un ratito, aunque comoda precisamente no vas a estar.
El numero de azotes es el mismo que el numero de prendas recogidas mas el numero de prendas tendidas, o sea, 48. Y cinco mas por intentar retrasarlo.Y para mas castigo, con lo orgullosa que yo soy, me hace repetir a cada azote que lo merezco por vaga.
Termina, y me pregunta si tengo algo que decir.
-Que lo si-si-siento (snif) y que n-n-n-no lo haré nunca más.
Me abraza, al fin. ¿ sabeis que se siente cuando vuestro spanker os abraza después del castigo? Lo siento si no lo sabeís, es la gloria.

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