domingo, 13 de noviembre de 2011

La tierra de los sueños .Segundas intenciones.

Mercedes termina su café a toda prisa. Los veinte minutos del desayuno son eso, veinte. Retrasarse en volver al puesto de trabajo supondria una llamada al despacho de Lopez, y ella, personalmente, ya tiene una cita con el a la salida( aunque esto es secreto,ninguna de las compañeras que estan tomando cafe con ella saben de sus relaciones ocultas).
-Id vosotras. Yo voy a quedarme un poco mas
-Gladys, que te la vas a cargar, ya lo sabes
-Eso quiero-sonrie Gladys. Forma parte de mis planes.
No hay tiempo para explicaciones. Mercedes y su otra compañera se van. Pero la otra se lo cuenta por el camino.
-Es que tiene un vecino nuevo, y no sabe que hacer para pillarle. Y tiene el plan de ir con la hoja de sancion, y pedirle que, como un favor, ya que esta sola, le ayude a cumplir la sanción.
-¿como quien pide una tacita de azucar?. Esta tia está loca.
A la hora de salida, vuelven a coincidir en los vestuarios.
-¿que te ha caido?-le pregunta Mercedes a Gladys
-Cincuenta. Ya sabes, mitad y mitad,porque tengo mas de veinte.Oye..¿ tu sabes si alguna esta citada ahora?.Lopez estaba preparando instrumentos.No sabia que el azotase personalmente.
-Serán para llevarlos a su casa-disimula Mercedes, mientras siente un revuelo en el estomago.
Se despiden, y Gladys se va a su casa.
Antes de ir a ver al vecino, se da una ducha, y se pone guapa.Oscar, el nuevo vecino, es un chico guapisimo, algo mas joven que ella, andara por los veinticinco.Segun sus planes, ha conseguido entablar un poco de amistad con el, pero esto será lo definitivo.
Llama a la puerta de enfrente. Al principio, resulta todo un poco embarazoso.
-O sea... ¿ quieres que yo..?
-Si no llevo mañana la prueba, me abriran un expediente.
-No llores. Lo podemos arreglar. Donde lo hacemos?
-En mi casa. Tengo la camara preparada.
-Bien. Pero primero, deja que prepare un cafe,y hablamos.
Gladys remueve su cafe, y escucha lo que Oscar le pregunta y le dice.
-¿ Te han azotado antes?
-En el colegio y en el instituto si, claro.
-¿desde entonces,no?
-No.
-Ya. Bueno,lo que debo advertirte es que yo, los azotes, no los doy flojitos.Te va a doler.
-Se supone que es un castigo.
-Lo es. Dime la verdad. ¿ Te gusta recibir azotes?
Gladys se pone colorada hasta las orejas.
-Si-responde en voz muy baja.
-Interesante. Bien, vete a tu casa y esperame alli.
Gladys ha preparado bien la escena. Cuando Oscar entra, se fija en la silla en el centro de la habitacion, la camara, el cinturon sobre la mesa..
-No tan rápido. He estado pensando, y creo que voy a empezar despacito. Hace mucho que no recibes azotes, a fin de cuentas.
El tono de voz hace que a Gladys se le ericen los pelos de la nuca.
Enseguida esta sobre sus rodillas, recibiendo los primeros azotes, con bastante suavidad primero, mas fuertes a continuacion.De repente está de pie.
-Bien, señorita. Vas a esperar en el rincón,hasta que te llame. Cuando lo haga, vienes sin rechistar, y ya empezamos con la grabacion.
...............
Al dia siguiente.
Lopez repasa las grabaciones que le han sido entregadas esta mañana. La primera,una vez mas,de una reincidente. Y no le sorprende que esa mujer sea reincidente, al ver la azotaina casi simbolica que le está propinando el marido. Toma nota en el expediente, la proxima vez, prescribira la vara en este caso.
La segunda grabacion es la de Gladys. Sonrie, al verla. Las nalgas estan enrojecidas ya cuando empieza la grabacion. No es raro, algunos esposos o novios son mas estrictos de lo que marca la hoja de sancion, y añaden azotes de su cosecha, antes o despues del castigo indicado. Al menos, esta joven tiene la actitud adecuada, recibe su castigo con dignidad, y solo trata de cubrirse dos veces.Deja de hacerlo cuando el hombre le indica que, otra mas , y duplicara el numero de azotes prescrito.La forma de aplicar la segunda parte del castigo, a Lopez le parece de lo mas adecuada,con la señorita arrodillada sobre la butaca,inclinada sobre el respaldo, y contando y dando gracias despues de cada azote. Se aprecia en la grabacion como, al terminar los azotes, ella busca el consuelo del que la ha castigado, y lo obtiene. Una voz masculina, firma pero serena, le riñe, y le dice que no quiere volver a recibir notas de sancion del trabajo, y que para que no lo olvide, establece un programa de azotes para recordar y prevenir. A continuacion, le dice a la llorosa Gladys que ahora debe cumplir unos minutos de rincon, y todo que dara perdonado.Por la forma que la dirige al rincon, las miradas que se cruzan, los gestos, es obvio que la historia no va a termianr aqui, y que la segunda parte va a ser mas placentera para la chica, pero la grabacion se corta ya.

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