jueves, 10 de noviembre de 2011

El uniforme

No fue facil, porque una no tiene la talla que pueda tener una colegiala,aunque sea de las mayorcitas. Pero, con una camisa blanca a la que puse un adhesivo con un escudito, y una falda de cuadros escoceses(le hice un arreglito añadiendole una pieza de tela del mismo estampado), unos calcetines cortitos,y unos zapatos planos con trablilla, me quedo un uniforme bastante apañado.
no tengo el pelo como para hacerme dos coletas, y me veria ridicula. Pero existen cintas elasticas para el pelo, en mercerias y tiendas de complementos. Solo tuve que eludir las de motivos infantiles,porque me niego a disfrazarme de niñita. Yo voy de colegiala seria y mayorcita.
Pero no soy bastante estudiosa, y eso a veces me pasa factura. Hoy, tocaba clase de aritmetica.
Y tengo un profe bastante estricto, para mi desgracia, o para mi suerte, segun se mire. Nada mas llegar, me dijo que pasaramos al aula de examenes.
Ojala pudiese dibujarlo para que lo veais. Distintos instrumentos, cada uno con un numero delante.Cada numero corresponde a una tabla de multiplicar.
Primero, me quedo de pie ante la mesa, mientras me pregunta aleatoriamente distintas multiplicaciones. Deliberadamente las digo todas mal.
-Mal,señorita. Muy mal. Voy a preguntarle otra vez, y mas le vale poner mas atencion. La tabla del cinco. Vamos.
Me dirijo al numero cinco.Es una regla larga de madera. La cojo y se la entrego.
-Ya sabe como ponerse .
Me subo la falda,y m e inclino sobre la mesa.Y escucho
-¿Cinco por una?
-Cinco
-¿cinco por dos?
_diez
-¿cinco por cuatro?
-quince...¡ay!. Me he equivocado...
PLAS. PLAS, PLAS PPLAS.....asi hasta veinte.
-Probemos otra vez. ¿cinco por cuatro?
-veinte, señor...
Despues de la tabla del cinco,viene la del seis, y el cepillo. Me equivoco en el seis por siete.Pero por ultimo me pregunta la del nueve.La del nueve no tiene instrumento, usa la mano.
El final de la historia es el siguiente.
-¿cuanto ha dicho que eran seis por nueve?
PLAS
-cincuenta y cuatro
PLAS
-¿FUE ESO LO QUE RESPONDIO?
-no. Perdon, señor.
Asi, hasta los cincuentay cuatro azotes.Todo el tiempo prometiendo ser mas aplicada.Cosa que no pienso cumplir, porque los suspensos dan mucho juego.

1 comentario:

  1. ¡Madre mía! Con lo mal que se me dan a mi las matematicas... ¡yo no tendría que fingir! No quiero ni pensarlo.
    Anita.

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